La Real Academia española define esta palabra como:
“Valoración generalmente positiva de uno mismo”.
Este concepto está compuesto por dos palabras Auto – Estima. Auto manifiesta o se refiere a la persona en sí, a la persona a sí misma. Estima manifiesta afecto, aprecio.
Wikipedia nos presenta la siguiente definición un poco más orientada al concepto psicológico:
“La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción evaluativa de uno mismo”.
Muchas definiciones han surgido de este concepto, algunas más precisas que otras, pero al fin de cuentas dirigidas hacia el horizonte del quererse y aceptarse a sí mismo.
La autoestima está formada por:
- El sentimiento de que tengo valor como ser humano
- El hecho de SER, sin tener en cuenta lo que tengo y lo que aparento
- Experimentar el derecho a la felicidad
- Reconocer que puedo ser útil a la sociedad, a mi mismo y a los demás
Maslow en su pirámide de las necesidades incluye aquellas que son de reconocimiento. A su vez incluye dos tipos de necesidades de estima: una alta y otra baja. Wikipedia en su artículo titulado "Pirámide de Maslow" las aclara de la siguiente manera:
- La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye sentimientos tales como confianza, competencia, maestría, logros, independencia y libertad.
- La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de atención, aprecio, reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.
Veamos:
La formación de la autoestima inicia en el periodo de gestación y se va construyendo durante los primeros años de vida del niño en concordancia con la realidad de su entorno. Si en el ambiente en que se desenvuelte es calido y le brinda seguridad, afecto y estabilida, si el niño se siente querido y aceptado, va creciendo con seguridad, afecto y respeto hacia sí mismo y hacia quienes comparten con él su existencia. Se forma entonces a través de las experiencias y de los mensajes que recibe, los cuales deben reconocerlos como seres importantes, como personas con personalidad y autoestima, con valor propio.
Así, la buena autoestima facilita la orientación como persona hacia el bienestar, en cambio la mala o baja autoestima puede llevar a la destrucción propia y la de otros.
Lo mejor que podemos hacer, o mejor dicho, lo que debemos buscar es que la nuestro amor propio se fortalezca.